Puedes preguntar sobre cualquier área de tu vida: amor, trabajo, desarrollo personal o espiritual.
Las mejores preguntas son aquellas abiertas, como: “¿Qué necesito saber sobre esta situación?” o “¿Qué ocurriría si elijo la opción A, y qué si elijo la opción B?”.
Si no estás seguro de cómo formular tu pregunta, no te preocupes. Solo explícame tu situación y me encargaré de hacerlo por ti.